martes, 29 de junio de 2010


La época napoleónica (1799-1815)


Es la desembocadura de la revolución en un poder personal mucho más férreo y absoluto que antes, en manos de un militar que se proclama cónsul y luego emperador dinástico hereditario. Ya en la época se planteó que eso liquidaba la revolución. Pero fue Napoleón el que organizó el Estado con las ideas de la revolución y el que la extendió por Europa, aunque por la fuerza sangrienta de las armas, antes de llevarla a la derrota en Waterloo. La revolución se extendió por el mundo, pese a su derrota, como siempre, y lo que ha quedado de ella es lo que Napoleón elaboró con las ideas de la revolución.
El Consulado (1799-1804)
El Imperio (1804-1815)
Los 100 días (de marzo a junio de 1815)
En uno de los continuos golpes de Estado desde el poder, el del 18 Brumario (9 de noviembre de 1799) el abate Sièyes pensaba utilizar como una figura decorativa a Napoleón Bonaparte, reservándole a este joven general de 30 años el puesto honorífico de tercer cónsul, pero éste se hace con el poder en el desenlace del golpe y, al establecer el consulado, ya aparece como primer cónsul Napoleón. Sièyes y Roger Ducos son los otros cónsules. Se hace la ficción de que sigue la República de 1792, pero que ésta como en la antigua Roma, confiere el poder a unos cónsules.En 1800, la Constitución del año VIII institucionaliza el nuevo régimen como un paso decisivo en los virajes hacia la revolución con orden iniciados por los termidorianos. Los tres cónsules son ya permanentes. Los otros dos son ahora Cambacères y Lebrun. El poder lo tiene Napoleón como primer cónsul. En 1802, hace que el Senado le proclame cónsul decenal y el mismo año cónsul vitalicio mediante otro senato consulto. Finalmente en 1804, se proclama Emperador mediante la Constitución del año XII.


martes, 22 de junio de 2010

Revolucion Francesa

La Revolución francesa


Fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras numerosas naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema denominado del Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien la organización política de Francia osciló entre
república, imperio y monarquía constitucional durante 71 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida que le derrocó con un discurso capaz de volverlo ilegítimo.